Fiestas
En Villargordo hay que destacar tres festividades a lo largo del año:
San Antón se celebra el 17 de Enero. La noche anterior se realizan las lumbres de San Antón donde grupos de vecinos, amigos o familias se reúnen quemando ramón en las hogueras por las calles de la localidad, donde se degusta chorizo, panceta, chuletas, vino, etc. El día 17 se dan las tradicionales vueltas a la Ermita de Santa Ana, donde está la imagen del santo y tiene lugar la procesión de San Antón. Es costumbre dar vueltas a la ermita para pedir protección para todo el año para personas y también para los animales porque es el patrón protector de los animales.
La Fiesta de las Flores se celebra el 31 de Mayo. En honor a la Virgen del Amor Hermoso, Copatrona de Villargordo. Tiene lugar el último fin de semana de Mayo, en el cual se puede disfrutar de la feria y de muchas actividades. Durante todos los días del mes de Mayo se reza el Santo Rosario y se realiza el ejercicio de “Las Flores”. También se celebra el día del enfermo y la ofrenda floral a la virgen. El 31 de Mayo por la tarde es la procesión de la Virgen del Amor Hermoso, esta procesión es muy colorida con gran cantidad de mujeres vestidas con traje de flamenca y los niños y niñas vestidos de comunión.
Feria y Fiestas en honor al Santísimo Cristo de la Salud se celebra del 24 al 28 de julio. Durante estos días el pueblo disfruta de sus fiestas patronales con feria de día y de noche y multitud de eventos. El día 24 es la procesión de la bajada del Cristo de la Salud desde la ermita a la iglesia y el 28 de julio se cierran las fiestas con la procesión de la subida del Cristo de la Salud de la Iglesia a la Ermita. Durante estos días la gente acude a la Iglesia a los tradicionales “pesos” llevados a cabo en una romana.
HISTORIA DEL CRISTO DE LA SALUD PATRÓN DE LA LOCALIDAD
Las fiestas patronales se celebraban en honor a Santa Ana, hasta el año 1833, en que la localidad se vio afectada por un brote de peste bubónica, llegando a morir algunos de los vecinos del pueblo. Por esta razón, familiares y amigos de los fallecidos y afectados decidieron sacar en rogativas por las calles del pueblo la imagen del Cristo crucificado, que se encontraba en la ermita. Cuenta la tradición que la epidemia desapareció y los afectados por la enfermedad recobraron la salud, por lo que a partir de aquella fecha, se le comenzó a llamar Señor de la Salud, y en agradecimiento se acordó celebrar las fiestas en su honor y no en el de Santa Ana, como se venía haciendo. Sin embargo, para continuar la tradición, esta se haría en las mismas fechas, es decir en el mes de julio, mes en que la iglesia conmemora la festividad de Santa Ana, y la de Santiago Apóstol, que por ser una festividad muy arraigada en toda España, los villargordeños la llaman, Feria y Fiestas de Santiago Apóstol, que se celebra en honor al Señor de la Salud.
Oficialmente la cofradía quedo constituida en 1840 y es en este año cuando fieles y devotos comienzan a pesarse en romana, y dar como ofrenda y exvoto la equivalencia del peso en especies a la Cofradía, para así contribuir a los gastos que ésta tiene durante el año porque también ayuda a emigrantes y menesterosos. Los “pesos”, como se llama a esta ofrenda, tiene lugar el día de la fiesta, cuando la imagen del Crucificado se traslada en procesión desde la ermita a la iglesia, donde permanece hasta que es llevado otra vez a la ermita, donde permanece el resto del año, ya que en muy contadas ocasiones y por circunstancias muy especiales sale de ella.
Tras las primeras décadas del Siglo XX la cofradía del Cristo de la Salud vivió años de esplendor y una gran devoción de los habitantes de la localidad.
Entre los años 1930-1936 la cofradía del Cristo de la Salud continúo con sus tradicionales actos y cultos a pesar del momento delicado de esta época. La cofradía con gran número de hermanos continuaba celebrando su cabildo general para la elección de los cargos directivos. La cofradía pagaba el entierro y las misas de los hermanos difuntos y durante estos años se celebraron las fiestas de Santiago como era habitual: bajada de la imagen el día 24, fiesta solemne el 25 y subida de nuevo a la ermita el 27.
Por aquella época era hermano mayor de la cofradía Luis Jiménez Aranda, conocido como Luis “el secretario” formando la junta del gobierno entre otros Luis Mendoza, Pedro María Sandoica, José María Bautista, siendo camarera de la Cofradía María Jiménez, sobrina del Hermano Mayor.
Durante estos años se celebraron las fiestas sin asistencia del Ayuntamiento. Además la imagen se procesionó en rogativas debido a los años de fuerte sequía, lloviendo intensamente el día de la procesión.
La salvación de la imagen
Al estallar la Guerra Civil española, la ermita se convierte en cárcel provisional de los que eran detenidos por los milicianos. En la iglesia de la Asunción fueron destruidos retablos, imágenes cuadros y enseres. La ermita igualmente sufrió grandes desperfectos desapareciendo las imágenes de San Antón y Santa Ana, intentando descolgar la imagen del Cristo de la Salud que al tener un fuerte anclaje se intentó arrancar cogiendo la cabeza que le fue desprendida y tirada en la misma ermita, quedando el cuerpo sin cabeza en la cruz en la misma hornacina central del retablo.
Algunos devotos del Cristo al darse cuenta del destrozo, escondieron la cabeza del Cristo de la Salud en una cajonera en la sacristía donde se guardaban las tulipas del paso, introduciéndola entre paja dentro de una de las tulipas.
Entre los villargordeños existía la creencia de que la imagen del Cristo de la Salud había desaparecido.
Al dejar de ser cárcel en octubre de 1936, el Hermano Mayor Luis Jiménez, inicia las gestiones para recuperar el cuerpo de la imagen que continuaba en la ermita antes de nuevas profanaciones. Habla con el encargado de la ermita y el único que tenía acceso a ella Juan “el bandido” y lo convence para retirar de allí el cuerpo, por lo que ambos escondidos en la noche y a través de las tapias del desaparecido “Corralillo” transporta el cuerpo en un saco hasta una casa situada en el campo del matrimonio formado por Mª Dolores Jiménez (sobrina de don Luis) y Blas Martos, cortijo denominado como “Casilla del Blas el de los llanos”. Allí permaneció el cuerpo de la imagen extendida ya que los mismos presos que la ocultaron habían desaparecido por las represalías republicanas.
Durante ese tiempo Francisco Bergillos informa a Luis Jiménez del escondite de la cabeza, siendo recuperada y transportada al mismo domicilio del Hermano Mayor en su casa de la Carretera.
En 1937 es llamado a filas Blas Martos queriendo su esposa trasladar el cuerpo del Señor de su casa que quedaba sin protección. Esa misma noche aún a riesgo de su vida Luis Jiménez Aranda y su sobrino Manuel Jiménez Moral, deciden traer a su casa el cuerpo mutilado y de noche Manuel se echa el Cristo a cuestas en un saco seguido de su tío Luis que iba armado.
Pasaron por delante de la ermita, cuartel miliciano y por otro cuartel instalado casas más abajo del domicilio de Luis Jiménez en la Carretera.
La imagen fue escondida en la casa del Hermano Mayor, la que hoy ocupa el número 21, de la Avenido Doctor Sagaz. María Jiménez, su hermano Manuel y su tío Luis hicieron una fosa bajo una escolgaizo techado que hacía las veces de leñero, haciéndolo de noche y retirando la tierra para no despertar sospecha. En esta fosa se colocó una bañera de cinc cubierta de trigo hasta su mitad para evitar humedades y entre sabanas y ropa se envolvió y coloco el cuerpo del Cristo de la Salud, colocándole leña hasta las bovedillas del techo sirviendo de escondite. Tres eran las personas conocedoras del escondite y María Jiménez cada noche encendía una pequeña mariposa de aceite y recitaba unas oraciones al lado de la leña mientras el Cristo estuvo escondido.
Fuente: www.pueblos-espana.org